Escapada a Peñíscola
Viajamos a Peñiscola el viernes 23 de junio del 2017 y esperábamos estar allí hasta el domingo 25. Nuestras intenciones eran conocer Peñíscola y si disponíamos de tiempo ver alguna población más de los alrededores.
Surgieron algunos contratiempos y el viaje empezó algo más tarde de lo esperado, por lo que no pudimos hacer la parada que teníamos prevista por el camino.
Claro, tened en cuenta que salíamos un día no festivo y que teníamos que cruzar toda Barcelona, así que o bien salíamos muy pronto o muy tarde.
Dado que nos dieron las 12 de la mañana decidimos tomar la AP7 del tirón y pagar lo que no está escrito.
Es una vergüenza el dineral que cuesta salir de Cataluña, no sé cuándo se darán cuenta de que con un importe menor, estas vías no irían tan vacías, y de este modo recaudarían más. Además, tanto que les importa la seguridad vial, evitarían que muchas personas se jugaran la vida en carreteras secundarias (28,07€ en peajes de Barcelona a Peñíscola).
Bueno, era lo que había, de esta forma el tiempo de llegada era poco más de 2h, llegábamos a la hora perfecta para comer.
Llegamos a Peñíscola a las 14h y pocos minutos, entre la documentación que llevábamos preparada, teníamos una selección de restaurantes.
Intentamos ir al restaurante Sebastián en Perla Blanca, un restaurante que dice tener buenas vistas. Nos paramos en la puerta, entramos a preguntar si se podía aparcar en esos aparcamientos que hay alrededor y nos dijeron que solo en los que tuvieran una “L”, no en los numerados, vamos que acabamos aparcando lejos.
Al entrar de nuevo al restaurante, preguntamos si tenían mesa para 2 (se veían bastantes mesas vacías), nos preguntaron si teníamos reserva y dijimos que no, el camarero educadamente nos indicó que estaban guardando mesa con hasta 5 días de antelación, así que nos fuimos de ahí sin comer.
Miramos en la página web que indicaban en la puerta, y así era, por lo visto tenían mucha demanda.
El restaurante parece bonito, pero es lo de siempre, vistas realmente tienen los afortunados que digamos se sientan en primera línea.
En cuanto a la comida no podemos opinar puesto a que no pudimos probarla, solo podemos decir que el lugar parecía bonito y el camarero educado.
Nota: para los que utilicéis Tripadviasor, tened en cuenta que es muy probable que en temporada alta todo lo que ocupe primeras posiciones en destinos tan transitados como Peñíscola, es posible que esté saturado. Por ello siempre es mejor prepararse distintas alternativas con tiempo o si te interesa un restaurante como este, pues reservar con unos días de antelación (nosotros eso de reservar no lo llevamos bien, en parte nos gusta improvisar aunque llevemos unas referencias)
¡Bueno! ¡Será por restaurantes! Lo que nos empezaba a dar miedo era la hora… Pero bueno, no nos íbamos a quedar sin comer, así que volvimos a por el coche y tomamos rumbo al mismísimo centro de Peñíscola.
Para que lo sepáis, para aparcar cerca del centro de Peñíscola (o cerca), es todo de pago, aunque puestos a elegir, la zona azul sale mejor de precio y podemos aparcar pegados a la muralla.
¡LLEVAOS SUELTO! La zona azul no acepta tarjetas.
*Eso sí, cuando fuimos el sábado a cenar estuvimos prácticamente 1h buscando aparcamiento (el parking subterráneo estaba completo), no quiero ni pensar como será la cosa en Agosto, Peñíscola es bonito, pero hay saturación de turismo…
Una vez en el centro volvimos a consultar el listado de restaurantes que llevábamos y decidimos probar suerte en el Restaurante “Vista al Mar”.
La verdad es que es curioso, los restaurantes de la zona amurallada, (salvo alguno que esté en lo más alto del ranking de Tripadviasor), suelen estar más vacíos y los precios para estar donde están no están nada mal.
Restaurante Vista al Mar Peñíscola
Del restaurante Vista al Mar de Peñíscola, os puedo decir que sin duda fue una opción acertada, la comida estaba muy buena, recibimos un fantástico trato y el precio nos pareció correcto. El local por dentro no es muy grande, pero tiene una gran terraza junto a la muralla con vistas al mediterráneo.
Pedimos paella de marisco para dos, chipirones y agua.
La paella costaba 13€ por cabeza (realmente con esto habríamos comido, pero tenía antojo de chipirones…), muy buen precio, al principio nos daba la impresión que no venía mucha cantidad, pero al contrario, salían dos buenos platos.
Los chipirones sí que estaban algo caretes, 15€, lo importante es que estaban muy buenos, así que lo pagamos con gusto.
Y bueno, para beber somos de comer con agua, no tenían botellas grandes, así que pedimos dos pequeñas y nos pusieron 2 botellas de medio litro de Solan de Cabras (bien fresquitas), 2,7€ * 2 = 5,4€.
Comentaros que también nos pusieron un pequeño aperitivo gratuito mientras esperamos, y los tiempos de espera fueron muy buenos.
*De este local, lo único que veo negativo, es algo que realmente tienden a hacer todos los restaurantes, el hecho de colocar pan sin preguntarte si quieres y cobrártelo (1,5€). No solemos comer con pan así que se quedó intacto…
El precio total de la comida fue de 47,9€ pero podíamos haber comido bien por 32,9€ o 31,4€ (descontando el pan)
Sin duda es un restaurante que os podemos recomendar encarecidamente dada su buena relación calidad/precio y su buen trato.
Paseando por el centro de Peñíscola
Una vez acabamos de comer, aprovechamos para dar un paseo por el centro de Peñíscola (por la zona amurallada). Hablando con gente de allí, nos comentaban que seguro que el centro nos iba a encantar, pero que quizás la parte exterior a la muralla no tanto.
Y tenían toda la razón, para los que seáis de Cataluña o la conozcáis lo suficiente, deciros que podemos comparar la zona exterior a la muralla con la zona más turística de Lloret de Mar, una zona saturadísima de turistas…algo que no nos gusta y rompe con la idea de escapada romántica.
Esto nos hizo tener claro que si volvíamos a Peñíscola no sería en verano, aunque aún suerte que no fuimos en agosto.
Realmente si vais en plan playa, esto seguramente no os será inconveniente, pues playa hay para rato, y por lo menos cuando nosotros estuvimos, estaban “tranquilas”, no había muchísima gente.
Bueno, volviendo al tema, dimos un paseo por el centro, callejeamos por sus estrechas y pintorescas calles y subimos al castillo, una vez allí al intentar acceder (bueno, preguntar en una especie de taquilla), nos comentaron que las entradas se compraban en otro sitio (justo detrás, en la parte trasera del faro)
Así que nada, bajamos unas escaleras y fuimos a por las entradas, las cuales permiten acceder al castillo y al Parque de Artillería (Entrada a este espacio por otra puerta), cuestan 5€.
En Peñíscola podréis encontrar otros puntos de interés como son: Faro de Peñíscola, el Bufador, Ermita de la Virgen de la Ermitana, Museo del Mar, Museo de la Mágia, Casa de las Conchas, Marjal de Peñíscola, Murallas & Puertas y Parque Natural de la Sierra de Irta.
El castillo nos gustó mucho, es bastante grande y goza de unas preciosas vistas.
Una vez visto esto, volvimos a por el coche y tomamos rumbo al hotel para realizar el check-in, ya que no podíamos entrar hasta las 16h.
Hotel Plaza Suites ****
Antes de hablaros de nuestra experiencia en este hotel: ¿A quién se lo recomendamos? A familias con niños que busquen un hotel que cuente con instalaciones para niños, ofrezca todo incluido y se encuentre junto a la playa (Haz clic aquí para ver este hotel).
Para alojarnos elegimos el Hotel Plaza Suites, la verdad es que en el momento de hacer la reserva no había mucha opción a precios no muy desorbitados.
Ibamos con la intención de visitar y conocer la ciudad, no en plan vacaciones de verano / playa, por lo que nos hubiera gustado estar más cerca del centro histórico (no fue posible), este hotel se encontraba a unos 4,6km dificiles de andar bajo ese caluroso sol y con nuestro limitado tiempo, esto, nos suponía tener que coger el coche hasta el centro y pagar allí también aparcamiento.
Al principio íbamos con idea de solo alojamiento, pero acabamos optando por media pensión debido a la pequeña diferencia de precio.
El personal era bastante correcto, el hotel dispone de varias zonas de uso común (piscina, salas de juegos, bar de copas...) y además está pegado a la playa.
La habitación estaba muy bien (habitación estandar), no puedo decir que no, era realmente grande y tenía una terracita. Disponía de un gran armario, televisor con pantalla plana, dos camas de matrimonio y un gran baño con dos lavabos, ducha y bañera (aunque habían cositas con algo de carencia de mantenimiento).
Eso sí, no todo puede ser perfecto, al colocar nuestras pertenencias, nos llevamos una sorpresa al ver que la pequeña caja fuerte que había iba con suplemento (algo muy cutre hoy en día que no esperas encontrar en un hotel de 4 estrellas…), pero bueno, no la usamos y ya está.
Una vez instalados en la habitación, nos duchamos y nos preparamos para cenar en el hotel ya que lo teníamos incluido.
La cena no nos gustó demasiado, no había mucho para elegir y lo poco que había estaba frío (y eso que era el primer turno), además, a diferencia del desayuno, no dispones ni de surtidor de bebida, aunque cojas una pensión completa no te entra nada de bebida ni para comer ni para cenar (algo de lo que se quejaba mucha gente) así que nada nos tocó pagar el agua, 3,4€ (1,7€ la botellita)
Vamos como no acabamos muy convencidos, en lugar de darle una segunda oportunidad, decidimos que la siguiente noche cenaríamos fuera, puestos a pagar el agua aquí, pagábamos una buena cena fuera y como solo estabamos dos noches...
El desayuno, estaba incluido en todas las reservas, al contrario que la cena era bastante correcto, tenías para elegir un poco de todo, no estaba mal.
Este hotel además del buffet que nosotros tuvimos asignado, tenía otros buffets y restaurantes tematizados, además de multitud de zonas de ocio.
Tomar algo en Peñíscola
Salimos de cenar del hotel y decidimos tomar algo en Peñíscola y ya de paso ver el centro iluminado J
Como primera opción pasamos por el Mandarina Club, un local muy bonito en la zona que os comentábamos que parecía “Lloret”, lo sorprendente es que había varias mesas libres, aunque pasa lo de siempre, solo tenían vistas unas cuantas y estaban ocupadas (este es uno de los mejor valorados en Tripadviasor). Al parecer hay gente que va allí, cena y ya aprovecha para quedarse a tomar algo.
Nos sentamos en una mesa bastante alejada y echamos un vistazo a la lista de cócteles (7,5€/cóctel), pero nada nos llamó la atención fuera de los mojitos. No había mucha cosa más en cuanto a cócteles, y el camarero parecía muy ocupado así que, sin llegar a pedir nada nos levantamos de la mesa y fuimos hacía una coctelería que habíamos visto por el camino y nos había llamado la atención.
Bar Café Delfos Peñíscola
Aquí aunque sin vistas, este local contaba con una terracita mona, y se encontraba a unos minutos de la zona amurallada. Pedimos para tomar un San Francisco y un Luz de Luna. Estaban ambos bastante buenos. Nos costaron 8€ el cóctel.
Bar Maria Caipirinha
Para el segundo cóctel de la noche, decidimos ir al Maria Caipirinha, el cual contaba también con muy buenas valoraciones. Pedimos dos Daikiris de Fresa. Los cócteles en este local eran baratos en comparación a otros, estos costaban 6€. La ubicación era muy buena, dentro de las murallas de Peñíscola, en la Plaza Santa María.
Las chicas que llevaban el local ofrecían un buen trato. Por poner alguna pega, la presentación de los cócteles no era muy llamativa, pero es una buena opción a tener en cuenta.
En Peñíscola no hay coctelerías hawaianas como en Barcelona, pero hay buenas opciones como esta para tomar un buen cóctel o simplemente un combinado.
Para acabar la noche, dimos un paseo por la zona amurallada de Peñíscola.
Castillo Xivert
El sábado 24, habiendo visto ya el día anterior el centro de Peñíscola, nos propusimos hacer una pequeña ruta, nuestra primera parada era en el Castillo Xivert, ubicado en la Serralada d’Irta, Alcalà de Xivert.
El acceso al castillo es algo complicado y apenas hay referencias por Internet, por lo que os lo explicaremos aquí: Castillo de Xivert
El Castillo de Xivert, se encuentra en el municipio de Alcalà de Xivert, para llegar hasta él hay que coger un camino junto a la ermita, este tiene tramos asfaltados y tramos sin asfaltar, pero se encuentra en muy buen estado.
Se trata de una fortificación islámica del siglo X, situada a 370m por encima del nivel del mar, lo cual le hace gozar de unas fantásticas vistas de la zona. Es un lugar tranquilo, se puede visitar de gratuitamente.
Visitamos Castellón de la Plana
Una vez visto el Castillo de Xivert, tomamos rumbo a Castellón de la Plana, antes de ir eso sí buscamos algún sitio para comer, nos apetecían tapas.
Bar Quinopolis Castellón de la Plana
Este bar se encuentra en una zona residencial tranquila, en la cual es fácil aparcar. Que no es engañe la entrada, es un local muy grande y tiene terraza en el exterior por la otra calle.
Dirección: Carrer d'Onda 42, CP: 12006 Castellón de la Plana
Pedimos: boquerones fritos, chipirones, patatas bravas y dos refrescos.
Nos costó: 20€
Recibimos un trato correcto y la comida no estaba bastante bien.
¿Qué ver en Castellón de la Plana?
Ya con el estómago lleno, pusimos rumbo al centro de Castellón, acceder en coche hasta él es imposible, está lleno de calles peatonales con tiendas (ideal para los que os guste ir de compras).
Así que aparcamos lo más cerca posible, en zona azul (por suerte al ser festivo no se pagaba) y andamos hasta la plaza mayor.
Allí pudimos ver por fuera eso sí, El Fadrí y la Concatedral de Santa María.
Heladería en Castellón de la Plana
Aprovechando que estábamos en la Plaza Mayor, buscamos una heladería que tuviera buena pinta, justo detrás del mercado de la plaza mayor hay otra plaza y allí se encuentra una heladería llamada “El Mirador Heladería horchatería cafetería”
Así que hicimos una pequeña parada en su terracita y nos tomamos unos ricos helados.
Por cierto ¡a muy buen precio! (tarrinas pequeñas 2€ medianas 2,5€ y grandes 3€)
Después del helado, fuimos caminando hacia el parque Ribalta, una vez visto volvimos a por el coche y tomamos rumbo a Alcossebre.
Sierra de Irta
Nuestra intención era cruzar la Sierra de Irta de punta a punta por un camino cercano a la costa, allí podíamos ver la Torre Badúm aparte de encontrarnos con algunas calas y con bonitas vistas.
Lo intentamos, pero nos tuvimos que dar la vuelta (desde el otro lado quizás sea más fácil llegar hasta la Torre Badúm, la distancia es más corta), íbamos con un turismo y se trataba de un camino de arena lleno de piedras, llegamos a un punto que las piedras se transformaban en rocas y los baches cada vez eran más grandes, así que nos dimos media vuelta para evitar seguir perdiendo el tiempo.
Salimos al punto de entrada del camino de arena en Alcossebre, allí se encontraba un mirador, una pequeña cala y un paseo que lleva hasta el faro y otra calita. (si pasáis por aquí y no queréis andar por ese paseo, comentaros que la calle asfaltada que hay por debajo del camino de arena también lleva hasta el faro).
Volvimos al coche y tomamos rumbo al hotel, para asearnos e irnos a cenar fuera. Sí, la cena nos entraba en la media pensión, pero como no nos gustó nada la noche anterior, preferimos irnos fuera y cenar bien.
Restaurante La Lanterna
Fuimos al centro de Peñíscola, una vez allí optamos por ir a la Pizzería Italiana La Lanterna, que se encuentra en una calle estrecha en la que apenas corre el aire, pero como habíamos leído buenas críticas del lugar quisimos probar.
Eran las 22:20, había muchas mesas vacías, pero antes de sentarnos, preferimos preguntar a un camarero y él, a su vez preguntó a una chica la cual contestó de muy malas formas que HOY NO.
No nos gustaron para nada sus formas ni su mala educación, pero bueno, por lo menos no nos habíamos sentado.
Entendemos que es una ciudad muy transitada por turistas, hay quien tiene límites más bajos que otras personas, pero las formas y la educación deben prevalecer siempre.
Bueno, qué le vamos a hacer. ¡No será por restaurantes!
Así que salimos de este recóndito lugar del centro de Peñíscola y fuimos a la calle principal que está llena de restaurantes y preguntamos en una Pizzería Italiana.
Pizzería Brizza
¡Esta vez sí! Quizás este negocio no esté en los números 1 de Tripadviasor, pero nos atendieron muy bien y estábamos en una terracita junto a la muralla donde corría un airecito muy bueno.
Pedimos una Pizza Pepperoni cada uno y para beber un agua fría grande.
La pizza estaba muy buena, nos gastamos un total de 10€ por pizza (lo cual estaba bien de precio) y 4€ por el agua (24€ la cena).
Para acabar la noche decidimos dar una vuelta y tomar algo en el centro de Peñíscola.
Bar Samarucs
Se trata de un bonito local ubicado en el centro de Peñíscola, junto a "El Bufador". Tomamos un mojito de fresa y un daikiri de fresa, ambos muy buenos, nos costaron 7,5€ cada cóctel.
Visitamos Morella
Domingo día 25, se iba acercando la hora de abandonar el hotel, bajamos a desayunar, recogimos todo y tomamos rumbo a Morella, una bonita ciudad amurallada situada a 1h en coche de Peñíscola.
Al llegar allí casi aparcamos en los aparcamientos que había en la entrada al pueblo (menos mal que no, pues había un largo paseo hasta el centro), pero finalmente decidimos seguir las indicaciones de parking.
Al llegar a la entrada de este parking al aire libre, vimos un letrero que decía que el aparcamiento tenía un coste de 2,5€ día, que remedio quedaba… (por cierto hacia el medio día volvimos un momento al coche y ya no ponía nada ni había nadie cobrando, cuando nosotros fuimos había un chico en la entrada)
Ya con las cámaras en la mano, accedimos por la puerta principal de la muralla y allí mismo encontramos el punto de información turística, donde pudimos solicitar un mapa y comprar una entrada combinada (7€ cada entrada) para ver: basílica, castillo y museo de los dinosaurios.
Antes de comer, subimos hasta la basílica y entramos a verla:
Restaurante La Fonda
Ya iba siendo hora de comer, bajamos a una de las calles principales, pero los locales que nos llamaban un poco más la atención tenían pinta de no tener aire acondicionado en el local y en las terrazas hacía calor.
Nos asomamos por una bocacalle y allí estaba el Restaurante La Fonda, que se veía cerradito y saltaba a la vista que tenía aire J, así que, nos acercamos a ver qué opciones daban. Tenían dos menús uno de 23€ y otro de 15€, el segundo nos pareció bien.
De entrantes sí o sí teníamos unas “croquetas” que parecían empanadillas de morcilla por un lado y de carne por otro, estaban bastante buenas.
Para beber, por no perder la costumbre pedimos agua, esta vez sí, muy fresquita (por cierto la bebida no iba incluida en el menú, pero esta vez tenía un precio más normal).
Para comer, mi pareja pidió: un ensalada de primero (muy grande por cierto), un plato de huevos con longaniza de segundo y un hojaldre de crema y chocolate de postre. Yo pedí un plato de ibéricos de primero, un plato de huevos con longanizas de segundo y flan casero de postre.
Estaba todo realmente bueno, en algunas cosas como en el plato de ibéricos parecía que la cantidad era poca, pero con la suma de todo acabamos muy llenos. J
El local se veía bien arregladito y limpio, ofrecían muy buen trato y la comida estaba buena. Sin duda este sí os lo podemos recomendar.
Comimos en Morella dos personas, por 32€.
Museo de los Dinosaurios de Morella
Antes de subir hacia el castillo, preferimos pasar por el Museo del los Dinosaurios de Morella (teníamos la entrada combinada, por cierto, nos comentaron que con ella te ahorrabas 1,5€)
El museo abría a las 16h, no es demasiado grande, pero seguro que a más de uno le puede resultar interesante, y ya que estas allí…
Castillo de Morella
Nos expusimos bajo el sol de Morella y tomamos rumbo al imponente castillo que se alzaba sobre lo alto de una montaña rocosa.
Para acceder a él teníamos que entrar por el Convento de Sant Francesc allí mostramos nuestra entrada combinada y nos atendió un simpático señor, quien nos informó de todo lo que podíamos ver en el interior del recinto del castillo, un poco la historia de por qué el acceso era desde el convento y, como buena recomendación nos indicó que solo había baños abajo (mientras subes y recorres todo tienes un buen rato).
Esto es tod@ chicos, nuestra escapada a Peñíscola y alrededores llegó a su fin y de nuevo pusimos rumbo a Barcelona.
En resumen nos queda deciros:
Peñíscola es un bonito destino para una escapada romántica. Cuando nosotros fuimos eran las fiestas de San Juan y claro, también por otro lado pudimos ver fuegos artificiales, un correfoc entre otras cosillas.
La verdad es que aún siendo Junio había muchísima gente, aunque más ya cuando entramos en fin de semana, así que supongo que en agosto debe haber una saturación máxima, aquello está lleno de hoteles y apartamentos a granel.
El centro lo podéis ver en un día, fuera de él no hay gran cosa que ver, eso sí, esta población tiene fama de que se come muy bien y podemos dar fe de ello. Por otro lado, las playas son bastante normalitas, y podéis encontrar más de una opción de hotel con todo incluido, de esos para ir con pulserita, que sé que a muchos esto os encanta.
En cuanto a los altededores de Peñíscola, el Castillo de Xivert, es una buena opción a tener en cuenta para hacer una escapadilla cercana a esta población.
Castellón de la Plana no tiene tampoco demasiada cosa para ver, pero el centro es bonito e ideal para aquellos que os guste ir de tiendas.
Por último Morella, una impresionante ciudad amurallada que sin duda debéis visitar, eso sí, como hemos comentado se encuentra a 1h de Peñíscola (igual que Castellón de la Plana).
Lo dicho, para comer os hemos dejado varias anotaciones de restaurantes que nos han parecido buenos desde nuestro punto de vista igual que para tomar algo, y para alojaros siempre es mejor que echéis un vistazo vosotros mismos:
Otros destinos a visitar en los alrededores de Peñíscola: Onda, Ares del Maestre, Vilafamés, Culla...
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